“Las licencias cuestan un dineral”, “cualquier PC, al año va a pedales”, “ni sé cuándo hice la copia de seguridad”, “para eso necesitas alguien que entienda”, etc. Hace tiempo que la informática es una carga para muchas pequeñas empresas.
Muchas levantarían la ceja con ilusión ante la propuesta de acabar con sus pesadillas alquilando su informática, aunque en España, un país tradicionalmente predispuesto a la compra, se prefiere la sensación de seguridad que da el tener los equipos y las aplicaciones en propiedad, instaladas en nuestros ordenadores y a buen recaudo en la oficina.
Pocos piensan aún en recurrir al alquiler para cubrir las necesidades de su negocio. Sin embargo, la oportunidad que el SaaS o software online ofrece a las pymes es tal que seguramente en un par de años estaremos hablando de un vuelco radical de esta situación. ¿Qué empresa podrá resistirse a una propuesta que se basa en el concepto de que el cliente sólo tiene que preocuparse de utilizarlo, dejando al proveedor la carga de que todo funcione correctamente?
El software como servicio es un modelo de distribución de aplicaciones alojadas en un servidor remoto que garantiza un servicio 24×7 al que las empresas acceden a través de su conexión a Internet, lo que les permite a no tener que instalar ni mantener su software.
Enviar y recibir correos o faxes, almacenar archivos, hacer copias de seguridad, montar una página web o una tienda online… Ya existen aplicaciones bajo la fórmula de pago por uso para casi todo. Y un abanico de proveedores que permiten encontrar una solución que responda a sus necesidades y se adapte a sus presupuestos. ¿No sería ideal no sólo evitar la necesidad de comprar las licencias y sus correspondientes mantenimientos, sino poder además quitarse de en medio los servidores propios que hoy las alojan?
Con la comercialización de licencias por suscripción, podemos decir que la subcontratación de servicios ha llegado por fin a las TIC. La consultora Gartner predice que en tres años, una de cada tres aplicaciones nuevas se comercializará en modelo de alquiler, un negocio que crecerá hasta alcanzar los 19 mil millones de euros.
El SaaS tiene muchas ventajas
La ventaja más evidente está en el bolsillo. Ninguna inversión o, lo que es lo mismo, ningún riesgo sobre el impacto en la productividad de nuevos servicios y cualquier aplicación se puede probar sin apenas coste. Pero no sólo convierte la inversión en un coste predecible. Además el ahorro es evidente: en licencias, en máquinas, en actualización y mantenimiento y en recursos humanos especializados. El coste comparativo de una aplicación SaaS es entre un 25% y un 30% menor que el de la compra de una licencia “tradicional”, por lo que los expertos del sector auguran que esta modalidad registrará en España un crecimiento en torno al 19%.
Mirando el aspecto más operativo, es una solución muy flexible, que no condiciona la informatización de la empresa al número de empleados que tenga en cada momento o a lo estacional que sea la actividad. En general, no hay compromisos de permanencia, por lo que cuando no sea rentable o no lo necesites, simplemente lo das de baja. Disminuyen también los tiempos de implantación, lo que permite responder al mercado con agilidad y eficiencia.
En lo técnico, que la aplicación esté en la nube proporciona -aunque muchos pudieran temer lo contrario- mayor disponibilidad y seguridad de los datos, ya que la mayoría de los pequeños negocios no disponen de procedimientos de backup o contingencia ante pérdidas de información o fallos de los equipos. La mayoría de las empresas que ofrecen software como servicio tienen Data Centers a prueba de balas y ofrecen acuerdos de nivel del servicio a la medida de todos.
Cabe destacar que el valor más resaltado por los propios usuarios actuales del modelo SaaS es la movilidad. El acceso en cualquier momento y lugar desde cualquier dispositivo permite a las empresas romper no sólo las barreras temporales para dar respuestas 24x7x365, sino también las espaciales para dar servicio desde la oficina, casa o la ubicación del propio cliente. Y la relación con la productividad es evidente.
Como en todo, es preciso garantizar ciertos aspectos críticos, como el nivel de confianza en el proveedor, la integración con otras aplicaciones, el soporte y la disponibilidad de la conexión a Internet, etc., por lo que conviene revisar las credenciales del proveedor. Pero no hay duda de que quien la prueba, está feliz con su rápida implementación (23%) y facilidad de uso (20%).
El SaaS está aquí para quedarse
Según datos del Observatorio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información Red.es, los principales usos que hacen las micro-pymes y autónomos de las TI están relacionados con la gestión administrativa, fundamentalmente tareas de facturación (74%), ofimática básica (67%), contabilidad (48%) y gestión de almacenes e inventarios (43%). Cabe destacar también que tres de cada diez manejan software o sistemas asociados directamente a su actividad.
Estos datos revelan que dos tercios de las microempresas utilizan la informática básicamente como herramienta de administración y gestión, por lo podrán encontrar un servicio, “de alquiler”, prestado desde la nube para casi cualquier actividad.
De hecho, el mercado SaaS no ha parado de crecer desde 2009, cuando sólo un 3% de las empresas lo conocían y lo usaban. El año pasado alcanzó los 450 millones de euros al estar presente ya en un 10% de las empresas. La consultora IDC estima que este mercado en España crecerá aproximadamente cinco veces más rápido que el mercado de software “tradicional” en base al enorme interés detectado y a que los usuarios actuales no sólo están pasando de pilotos y pruebas de concepto a un uso generalizado, sino que buscan ampliar el espectro de aplicaciones. Dado que sólo el 5% de las empresas que utilizan este modelo deciden volver al modelo tradicional, podemos afirmar que asistimos a la sustitución paulatina del modelo de pago de licencias.
SaaS para todo y para todos
Prolifera el abanico de aplicaciones ofrecidas como servicio y cubre ya casi todo el “software de oficina, el correo electrónico, las ventas, el marketing, los ERP, el comercio electrónico, el aprovisionamiento y muchos más. Dentro de esta tendencia. el CRM está siendo uno de los claros protagonistas de la revolución SaaS y será, según pronostican todos los analistas, uno de los servicios más demandados por las pymes y con mayor crecimiento en los próximos años. Hoy por hoy, Office365 y Salesforce son las aplicaciones más usadas en los negocios.
Todos los grandes se apuntan. Microsoft y Oracle llevan tiempo migrando sus aplicaciones más conocidas al nuevo entorno en la nube. En Google han apostado fuerte por el desarrollo de aplicaciones como servicio y lideran una agresiva campaña para ofrecer su ecosistema de aplicaciones Google Apps, tanto en su versión básica gratuita como en su modalidad Premium.
Es realmente asequible. La mayoría de las aplicaciones ofrecen versiones desde los 5 o 10 euros mensuales e incluyen las actualizaciones del servicio, el mantenimiento y, en algunos casos, el soporte de usuarios.
Parece que ha llegado el momento de valorar en serio aquello de alquilar la informática, dejando atrás la complejidad de instalar y mantener nuestros propios Data Centers. Es evidente que el uso de soluciones SaaS con bases de datos centralizadas en la nube es mucho más económico y funcional y permite probar diversas soluciones hasta llegar a la que más se acomode a nuestras necesidades.
Incluso cuando haya de por medio una aplicación personalizada sin equivalente SaaS, seguro que puedes beneficiarte de muchas de las ventajas alojando las aplicaciones en servidores cloud. Pero eso ya es otro modelo de servicio, el IaaS.
Foto: pixabay
fuente: Con Tu Negocio